Para concluir con el curso, me pareció interesante presentarles un cineasta colombiano que
se destaca por reflejar la realidad social de su país. Creo que es importante que en cualquier
creación artística se transmita un mensaje. Para mi el arte no es solo diversión sino una manera
de proponer puntos de vistas que nos permitan entender mejor quienes somos y el mundo
caótico que nos rodea. El cine reúne a las personas, nos ayuda a no sentirnos tan solos en
nuestras vivencias.
En latinoamérica y en el mundo, hay muchas historias por contar. Es interesante saber que
nuestros países se parezcan tanto pero que a la vez tengan sus particularidades. Creo que,
como ya lo ha mencionado Sergio algunas veces, muchas obras en el cine latino están
cargadas de mucha tristeza y melancolía.
Al contrario del cine de Hollywood, que generalmente presenta historias gloriosas y finales
felices, las películas latinoamericanas cuentan historias de vida donde personajes reales viven
situaciones complejas. Obviamente no se puede generalizar, pero si es posible notar esta
tendencia a la tragedia. Me vienen a la mente varios ejemplos como la ciudad de Dios
(brasileña), amores perros (mexicana), el abrazo de la serpiente (colombiana) y la noche de
los lápices (argentina) entre otras. En fin, por esta razón decidí hacer mi trabajo final sobre un
productor de cine que nos muestra historias reales.
Víctor Gaviria es un director de cine, guionista, poeta y escritor colombiano. Es uno de los
cineastas colombianos más reconocidos internacionalmente. Nació el 19 de enero de 1995
en Medellín y estudió psicología en la Universidad de Antioquia.
En el año 2006, ganó el premio Ariel a la mejor película iberoamericana por su producción
sumas y restas. Antes de volverse cineasta, su sueño era ser escritor. De joven, le gustaba
ver las películas alemanas. Cuando su hermana le regaló su primera cámara, empezó a grabar
todo lo que veía a su alrededor. Realizó su primer cortometraje y gracias a eso ganó un premio
en la universidad. Desde ese momento empezó su pasión por la cinematografía. Ha hecho 4
largometrajes entre los años 1990 y 2017, lo que en realidad no es mucho para un productor de cine.
Sus películas han tomado mucho tiempo en hacerse por el largo trabajo de investigación que
las precede.Lo particular de este cineasta es que sus películas se destacan por tratar
problemáticas sociales de su ciudad natal.Construye las historias a partir de testimonios de vida
y emplea a actores naturales. Los protagonistas de sus películas tienen que estar familiarizados
con el contexto social de la historia contada. El trabajo de Gaviria es reconocido por reflejar la
vida cotidiana. De hecho, el cine realista le ha servido para conocer a su ciudad y conectar con
las personas. Siendo una persona de clase media, dice que el contacto con ciertas personas de
la ciudad no se hubiera hecho nunca, si no fuese por su trabajo de investigación. Su deseo para
los espectadores es que cuando salgan del cine, vean que la película no terminó sino que
continua en las calles.
Personalmente solo he visto dos películas del cineasta y no me gustan mucho por ser
tan crudas. Me parece que estas dos películas tienen un ritmo lento, son películas para
contemplar. Me permitieron entender un poco más las realidades de mi país aunque sean
muy difíciles de aceptar. Por esta razón quiero compartirles un poco sobre estas películas que
son clásicas en el cine colombiano.
La primera es La vendedora de rosas (1998), es una película que refleja la vida de los niños
que viven en las calles de Medellín. Aborda las temáticas del consumo de alcohol y de drogas,
de la violencia y de la prostitución. La película cuenta la historia de Mónica, una niña de 13 años
que huye de su familia después de la muerte de su abuela y se pone a vender rosas en la ciudad
de Medellín.
La segunda es La mujer del animal, producida en el año 2016. Es una película que trata sobre
la violencia de género en un barrio marginado de Medellín. Cuenta la historia de Amparo,
una chica que huye de un internado de monjas y llega a un sector peligroso para vivir con su
hermana. Allí, un delincuente llamado conocido como "el animal" la rapta, la obliga a vivir con él
y la convierte en su mujer.
A modo de conclusión, quiero decirles que fue muy enriquecedor para mi aprender sobre la
cultura mexicana a través de la literatura y el cine. El curso me permitió descubrir nuevos
intereses que no conocía. Desde los cuentos de Rulfo, hasta la poesía de Marwan y el mundo
imaginario de Guillermo del Toro, este curso me permitió soñar y sumergirme en historias
diversas. También pude conectar con mis compañeros es un espacio de tolerancia,
aceptación y muchas risas.